El 2 de Agosto de 1765 nació Luis María Baudouin en Montaigu (Francia)
Su padre Juan,
trabajaba como jardinero en el castillo de
Montaigu; su madre, María, atendía la casa y cuidaba de sus ocho hijos.
Luis María a la edad de dos años quedó huérfano de padre.
Tenía 15
cuando falleció su madre.
Entonces Pedro Martín, su hermano mayor, sacerdote muy reconocido por su espíritu y su valer,
fue quien se
hizo cargo de la formación del más pequeño de la familia, ayudándole en el
camino hacia el
Seminario.
Así, una vez realizados los primeros estudios a la sombra de la parroquia
de Montaigu, Luis María Baudouin pasó a Luçon, donde culminó la carrera sacerdotal.
El 19 de Septiembre de 1789 fue ordenado sacerdote, pero no en la Catedral de Luçon, como era de rigor, sino en Saint Malo, adonde tuvo que trasladarse debido a las circunstancias políticas del momento: Había estallado la Revolución Francesa y su obispo Mr. de Mercy representante del alto clero en la Asamblea de los Estados Generales reunidos en Versalles, estaba ausente.
Durante estos primeros años Luis María Baudouin ejerció su ministerio sacerdotal en medio de gran número de dificultades que crecieron progresivamente hasta desembocar en situaciones muy delicadas.
Por su claridad y valentía fue conducido dos veces a la cárcel de Fontenay, capital de la región, donde pasó un tiempo entre los presos hacinados allí por diversos motivos.
Ante la imposición gubernamental a los
eclesiásticos, de tener que
jurar la Constitución Civil del Clero, todos debían optar
por obedecer a las leyes o negarse, y en tal caso no les quedaba más
salida que pasar a la clandestinidad, con el riesgo de la deportación, si
les descubrían, o el exilio al extranjero. Luis María Baudouin prefería
la primera
alternativa pero su hermano Pedro Martín le aconsejó exiliarse con él. Tenía Luis María
entonces 27 años.
El
9 de Septiembre de 1792 un grupo de 76 eclesiásticos de la Diócesis
de Luçon embarcaba en Sables d’Olonne rumbo a España, a bordo del paquebote
«Jean François». Entre ellos estaban, Pedro Martín
Baudouin, Luis María Baudouin, Germán Lebedesque…y el Vicario General, Gabriel Paillou, constituido
como responsable
de la unión y de la solidaridad mutua,
por el Obispo de la Diócesis de Luçon Mr. de Mercy, quien les escribía
desde Suiza, adonde había emigrado también.