Nuestra espiritualidad es una Espiritualidad de Encarnación
«Que los hombres, que las mujeres admiren lo que quieran. Nosotras no encontramos de admirable más que la Encarnación y todas sus consecuencias. No iremos a otra escuela. Esta nos basta»
«Hemos sido llamadas para Adorar y Amar»
Con María, la primera Adoradora..»Adorar la profunda transformación que el Verbo hecho carne en el seno de María realizó en su Madre»
«Comer la palabra de Dios, gustar, saborear, pasearse por ella, transformarla en vida. Hacer de la Palabra de Dios nuestro alimento y fuente de inspiración»
Nuestro nombre es Nazarenas. «Me hubiera gustado que llevarais el nombre de Nazarenas. La realidad es que lo sois» Nazarenas como El, con El y en El. Cercanas y comprometidas. Al servicio de la liberación del pueblo. Ofreciendo cada día toda la persona, dones y esperanzas
«El
espíritu que debe animaros será el Espíritu Oculto»
El Espíritu Oculto es el talante de la Nazarena. Hunde sus raíces en los
orígenes de nuestra Congregación. Algo vital, esencial, cuya lectura debe
hacerse siempre a la luz de los signos de los tiempos y de la realidad
intercultural que solidariamente queremos vivir
«El espíritu que debe animaros será el Espíritu Oculto»
El Espíritu Oculto es el talante de la Nazarena. Hunde sus raíces en los orígenes de nuestra
Congregación. Algo vital, esencial, cuya lectura debe hacerse siempre a la luz de los signos de los tiempos y de la realidad intercultural que solidariamente queremos vivir
Nuestras
primeras hermanas supieron ser creativas y audaces para responder a las
urgencias, dentro de un contexto histórico de ruptura social, odio y pobreza
radical
Nosotras vamos reconociendo a Dios a través del clamor de los excluídos de la
tierra. Hemos de ser proféticas, arriesgadas, capaces de anunciar y también de
denunciar. Siempre en favor de los más pobres y oprimidos